Según los resultados de esta encuesta, la opinión pública consideró que el gobierno provincial debería dar prioridad a la educación y capacitación antirracista de los funcionarios públicos para hacer frente al racismo sistémico en B.C. Del mismo modo, las tres principales acciones sugeridas por escrito fueron abordar el sistema y la estructura de los servicios públicos, mejorar y financiar los apoyos comunitarios y ampliar la educación contra el racismo desde el kínder hasta el grado 12 (K-12). A lo largo de los resultados de la encuesta, se identificó un tema recurrente de negación del racismo sistémico y del trauma racial en todos los grupos demográficos. El contenido de estas opiniones fue variado, desde comentarios abiertamente racistas hasta racismo implícito y victimismo. En lugar de abordar el tema del negacionismo en cada pregunta, se incluye un resumen del análisis. 

Los servicios más reconocidos disponibles para las personas afectadas por el racismo sistémico fueron 8-1-1|Healthlink BC o 7-1-1 y el Tribunal de Derechos Humanos de B.C. Los encuestados también proporcionaron una lista de otros prestadores de servicios comunitarios, como las organizaciones indígenas de servicios sociales llamadas Friendship Centres [Centros de Amistad], la autoridad sanitaria de las Primeras Naciones, conocida como First Nations Health Authority, y la red antirracismo Resilience BC [Resiliencia BC]. Se mencionaron otros servicios regionales, como la organización de servicios para inmigrantes y comunidades del sur del Okanagan, conocida como South Okanagan Immigrant and Community Services [Servicios Comunitarios y para Inmigrantes de South Okanagan]. La seguridad cultural, la relevancia, la confidencialidad y la facilidad de uso fueron las características más importantes que los encuestados esperaban al recurrir a los servicios de apoyo. 

Para los encuestados que declararon tener algún vínculo religioso, la coordinación de servicios fue lo más importante. 

Un poco más de la mitad de los encuestados indicaron que recurrirían a programas de justicia restaurativa en caso de un incidente de carácter racista. La disposición a participar en estos programas fue mayoritariamente consistente entre diversos grupos étnicos, religiosos y de género.   

Los tres principales valores asociados con la palabra multiculturalismo fueron respeto, diversidad y aceptación. La palabra antirracismo se vinculó a los valores de educación, respeto y equidad. El respeto y la inclusión fueron valores comunes en ambas palabras. Cuando se pidió a los encuestados que clasificaran los seis valores enumerados, la equidad y la inclusión fueron los más importantes.  

Los encuestados expresaron que la sanación del trauma racial conlleva la creación de comunidad, el intercambio y la provisión de apoyos para quienes lo experimentan, además de la concientización y la educación. También se manifestó un tema recurrente de negacionismo centrado en no creer que exista el trauma racial. La provisión de ayudas fue una prioridad absoluta para las personas indígenas, negras y de color (IBPOC, por sus siglas en inglés). 

Además de los temas constantes de negacionismo y racismo, hubo otros temas recurrentes en la encuesta, en concreto: 

• Educación (especialmente K-12): necesidad de iniciar la educación antirracista desde los niveles más tempranos hasta la graduación 
• Concientización: necesidad de amplificar los mensajes contra el racismo y la discriminación en el discurso público 
• Interseccionalidad: la importancia de comprender la forma en la que el racismo está conectado con patrones de privilegios y desigualdades